La metodología de trabajo que más me gusta, se basa en estos 4 puntos:
1. Nutrición
2. Cocina
3. Organización
Para un buen aprendizaje sería necesaria, al menos, una reunión semanal y un contacto permanente. Si no, es muy fácil que la motivación inicial decaiga y se abandone el aprendizaje de estos buenos hábitos alimentarios.
Por lo tanto, un ejemplo de cómo se podría organizar el trabajo, sería el siguiente:
1ª reunión: Trataremos la metodología de trabajo a seguir, recopilaremos diferente información necesaria, y plantearemos una serie de objetivos semanales, que iremos revisando en cada reunión.
2ª y 3ª reunión: Aprendizaje de unos fundamentos básicos de nutrición.
4ª reunión: Cocina. Técnicas de cocina y tratamiento de alimentos. Conservación y métodos de conservación en casa… Dependiendo de las necesidades de cada uno, podremos profundizar todo lo necesario en este punto.
5ª reunión: Organización. Menús semanales, hábitos de compra, organización de la nevera y despensa…
6ª reunión: Problemas: comidas fuera de casa, restaurantes, cartas de menús… Y cualquier problema que se haya podido plantear.
Por supuesto que esta metodología es completamente adaptable a las necesidades de cada uno. Por eso es tan importante la primera reunión, para poder definir todo el trabajo a realizar.