Nochevieja

En este último post del año os voy a dar unos consejos sobre cómo organizar el menú de Nochevieja. Llevamos todo el año insistiendo en que tenemos que comer bien, pero llegan estas celebraciones especiales, y nos olvidamos de que se pueden elaborar unos menús espectaculares y nutricionalmente adecuados.

Por ejemplo, este año me toca preparar una cena para ocho personas. Cuando me puse a pensar qué iba a hacer lo primero que se me ocurrió fue incluir toda una serie de productos que no consumimos habitualmente el resto del año. Analizando el menú resultante, no cuadraba. Me salía completamente hiperproteico y desequilibrado. Por lo tanto, ¿Cómo debemos plantearnos la idea del menú? Muy sencillo:

1.- Pensar en cuál va a ser nuestro plato “estrella” (entrantes, primero, segundo…)
2.- A partir de ahí construir el resto del menú teniendo en cuenta que tiene que constar de: hidratos de carbono, proteinas (animales y vegetales) y grasas. Es decir: una carne o un pescado, verduras y patatas o arroz, o pasta, o… cualquier tipo de hidrato. Y por supuesto que las grasas añadidas deberían proceder del aceite de oliva, o como mucho y casi excepcionalmente de mantequilla. Nunca de margarinas, grasas saturadas o aceites vegetales que no sean de girasol.
3.- Como ya os hemos explicado anteriormente, todos los alimentos se deben ingerir en una determinada proporción, y tenemos que respetarla.

En mi caso el plato estrella va a ser una carne al horno acompañada de patatas. Por lo tanto, la proteina animal y los hidratos de carbono los tengo cubiertos, pero me falta la verdura. Me encantaría poder añadir al menú algo de marisco, pero la proporción proteica se me desmadra. Toca elegir entonces… ¿Y la verdura? Tenemos muchas opciones, hacer un plato único y comerlas acompañando a la carne, tomarlas de primer plato (es muy típico por ejemplo el cardo…), o incluso una ensalada de primer plato (que es lo que voy a hacer) o justo antes del postre.

Hablando del postre. Tenemos que incluir sí o sí fruta. Me da igual cómo, pero la tenemos que comer. No puede ser todo el postre a base de turrones, tartas y similares. La verdad es que debería pediros moderación con los dulces, pero como ni yo mismo lo voy a cumplir… mejor me callo.

Como veis no es nada complicado hacer un menú especial y equilibrado. ¿Vosotros qué vais a hacer?



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